Los inicios del emprendimiento son duros, muy duros. Y no hay excepción. Decir lo contrario sería mentir y aquí no queremos que nos crezca la nariz cual Pinocho. Sin duda, un continuo proceso de ensayo y error te lleva a aprender, pero esta experiencia también puede desesperar en algunos momentos. Además, la incertidumbre se convierte en un estado permanente aunque hayan pasado los años: vives el día a día siendo…